Wake me up. [Cap.1.]

Escritor : Unknown | Hora : 5:31 | Categorías :
Autora del fic o historia: Daniel.
Twitter : @LeonheartTribal

Nombre del fic o historia: Wake me up.
Tema : Hetero, +18 , Block B [Zico x Fan] , drama, mini-serie.

 -Capítulo 1.-

- ¿¡Qué se supone que tengo que hacer!? - Gritó, mirando con expresión triste a su mejor amigo, quien había desviado la mirada. - Tanto tiempo perdido, tantas horas, tantos días, tantas... puñeteras ilusiones que se han destruido. Y no volverán. ¡No volverán, U-Kwon! - Los puños cerrados de frustración y observando a su amigo con aquella extraña mirada, aquella mirada que pedía ayuda a gritos. - ¡Se ha ido! ¡Se ha ido!


Se dio la vuelta, apoyando las manos en la pared, respirando profundamente para intentar calmarse...
El dolor que sentía, sin embargo, era demasiado grande como para, simplemente, apartarlo y dejarlo pasar. No podía respirar, ni pensar con claridad. Sus dedos se comprimían y cerraban con expresión dolorida sobre la pared. Las venas en sus brazos, marcadas, demostraban toda la furia que sentía. Y, en lo más profundo de su ser, aquella sensación... de que todo su mundo, todo aquello en lo que había creído, todo por lo que había luchado... simplemente, había desaparecido. O ya no importaba.

Sumido en aquella impotencia, en aquel odio, comenzó a golpear la pared una, dos, tres veces. Primero con el puño, y luego con la palma de la mano. La golpeaba tan fuerte como sus fuerzas le permitían. Sus manos enrojecieron en seguida, su piel se agrietó unos segundos más tarde. Pero él no se detuvo. Sentía que, de alguna forma, tenía que lograr sacar toda aquella rabia que empezaba a crecer dentro de él. Y no sabía la forma. No sabía cómo...
Siguió golpeando, cada vez más fuerte. Sus nudillos agrietados se abrieron, dejando entrever ligeras brechas que empezaron a sangrar suavemente. No se dio cuenta.
U-Kwon, al ver que la agresividad de su amigo crecía sin control, se interpuso entre la pared y él, deteniéndolo, sin importarle los golpes que Zico intentaba propinarle a él. Simplemente, estaba ciego. Ciego de dolor. Y tenía que descargar su frustración en algo o alguien.

- ¡Apártate, U-Kwon! - Le gritó, empujándole contra la pared. Le propinó un fuerte puñetazo en la mandíbula, que el otro joven recibió sin moverse apenas.
- ¿No lo entiendes? - Murmuró U-Kwon, pero Zico volvió a repetir el golpe, aventando al muchacho contra la pared. U-Kwon tosió, pero seguía mirando a Zico con expresión decidida en la mirada. - Pégame todo lo que quieras. Si eso ayuda a que un amigo se calme y se desahogue, aguantaré... Al menos, no te harás daño. Mírate los puños.

Zico se contemplo las manos, cubiertas por gotas de sangre que emanaban de sus nudillos. Le temblaban salvajemente. Sin poder aguantar más, cayó de rodillas, con los ojos cubiertos de lágrimas contenidas durante tantas horas. Aún en ese momento, intentaba retenerlas y pretendía que U-Kwon no las viera. Este hizo como si no las viera, agachándose a la altura de su amigo y mirando hacia otro lado.

- ¿Por qué...? ¿Por qué me ha hecho esto...? ¿No me amaba lo suficiente...?
- Zico... - Musitó U-Kwon, sacudiendo la cabeza de lado a lado. - No deberías... pensar en eso ahora. Ha pasado todo demasiado rápido, y tal vez no estés preparado para afrontar las respuestas a esas preguntas.
- ¡Pero necesito saberlo! ¡Necesito saber por qué! ¡Por qué me ha abandonado de la noche a la mañana! Todo estaba yendo perfectamente, pero... ¿Se puede destruir algo tan intenso en tan poco tiempo?
- El dolor no te dejará pensar y yo no sé cómo guiarte adecuadamente, Zico... - El joven rubio levantó los ojos hacia U-Kwon, que le miraba fijamente. - Tienes que darte un tiempo, alejarte de aquí, de todo y... reflexionar. Te he visto en peores momentos, ya lo sabes, y siempre te has recuperado... Tú eres mucho más fuerte que todo esto. Simplemente, necesitas que las heridas se curen... ¿no crees?

Reflexionó unos segundos, en silencio.
U-Kwon tenía razón. En el fondo de su ser, lo sabía. Sabía que aquella furia, aunque era propia de él, no era sana. Tenía que enfocarla de otra manera, exteriorizarla... pero no haciéndose daño.
Es posible que la solución fuera desconectar de todo.

- Verás, Zico... Dejar atrás tus cosas, tu casa y darle la espalda a los problemas puede no ser la solución más madura... Pero si tu alma necesita tiempo para recuperarse, debes concedérselo, ¿vale? - Zico asintió, suavemente, poniéndose en pie y dándole la espalda a su amigo.
- U-Kwon... Gracias.
- Sobran. - Murmuró el otro joven, sonriendo ligeramente. - Verás... Mi madre me ha invitado a pasar una temporada con ella en la vieja casa, La Gran Mole, ya sabes. Estoy seguro de que la alegraría volver a verte, ¿por qué no vienes?
- ¿Crees que me vendría bien, en estos momentos?
- Sabes cómo es ella. No va a dejar que te deprimas.
- ... Supongo que está bien. No quiero verme solo en estas cuatro paredes. Siento... como si la casa fuera demasiado grande, como si hubieran demasiados rincones que... bueno... me recuerdan a ella demasiado.
- La vas a olvidar, Zico. Te lo aseguro.

Se contemplaron, sonriendo al mismo tiempo.
Pasar una temporada con un buen amigo y su familia, lejos de todo...
Volver a ver La Gran Mole...
Olvidarse de los problemas que lo atormentaban...
Y, tal vez, sólo tal vez...

- ¡Está bien! - Exclamó, respirando profundamente. - Me voy contigo... ¿Cuándo salimos?

U-Kwon tenía el móvil en la oreja cuando Zico se giró y le dirigió una mirada confusa. Colgó el teléfono y se lo guardó en el bolsillo.

- Haz la maleta. - Dijo, con una sonrisa. - Mi madre nos espera en dos horas...

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